La madera es muy fuerte y resistente en las construcciones; una comparación con el acero y el cemento muestra que la madera estructural tiene una relación resistencia / peso 20 por ciento más alta que el acero estructural y de cuatro a cinco veces mayor que el cemento no reforzado en compresión.

El uso de madera en el interior de un edificio tiene claros beneficios fisiológicos y psicológicos que imitan el efecto de pasar tiempo al aire libre en la naturaleza.

La sensación de calor natural y la comodidad que provoca la madera en las personas tiene el efecto de reducir la presión arterial y la frecuencia cardíaca, reducir el estrés y la ansiedad, aumentar las interacciones sociales positivas y mejorar la imagen corporativa.

Además, la madera sirve para construir viviendas duraderas y eficientes, que ayudarán a reducir la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera.

Artículo creado con información de arquima.net.